Hay por culpa de mi querido perro, alias mi hermana, un nuevo libro en la casa, lo cual no sería ninguna novedad, si no fuera de quién es, osea mi can, quién los usa en el cráneo para no perder el equilibrio, todo comenzó cuando le preste Entrevista con el vampiro de Anne Rice, y por sus caninos huevos, compró la Reina de los Condenados, bajo amenaza de excomunión por parte de mi madre.
Cuando se lo deba entregar al Can, va estar cabrón. Creo que voy a llorar. Odio pedir libros prestados, pues siempre les hago algo, no hay nada como que los libros sean míos, llenarlos de café, maltratarlos y demás, pues, libro inmaculado es libro no usado.
Casi lamento haberlo leído tan rápido, lamento que no será mas el compañero de la vieja enferma que escribe si no de su hermana.
Ni modo, pero sé que va estar en mi maltrecho cerebro por el resto de mis días.