Entre cigarros, danonino, y café, me voy acordando, dentro de todas las broncas existenciales que me dejó la reina de los condenados, y un montón de impresiones fuertes que me dejó ver a un amigo. Voy recordando esos ratos en los que era feliz, y por lo que ahora mismo tengo una sonrisa en la cara.
Adoro la sensación, el olor a asfalto y tierra mojada que hay en esta parte de la ciudad en este preciso momento. Como si nada importara más que el leve sonido de las gotas de la llovizna nocturna. Esa tranquilidad, tan escasa, que se siente alrededor de la vieja que escribe estas líneas.
Pasaron cosas cierto, unas buenas, otras males y otras que de plano no me dio tiempo siquiera a soñar.
Amo la lluvia, y la calma que trae, sobretodo en la noche, como ahora, si estas leyendo el post de día, pues ni modo, espero que de menos este nublado. ¿Cuántas cosas han cambiado? ¿Cuántas personas? Llevar la cuenta sería imposible, ahora estoy pensando en que demonios leeré cuando terminé el libro que esta a la mitad en mis ponzoñosas garras. ¿Cuál será mi capricho?
Las verdades y las mentiras han caído como bomba a estas alturas del año, en el que estamos cada vez más cerca de que el gordo de Santa, nos traiga lo que NO le pedimos.
Todo esto, lo provoca esta rola Distractions de Zero 7, escúchenla a mi salud.