Después de la escenita del jueves que se aventó Bebel. No tenía la menor gana de dejar las cosas así, por lo que me pasé toda la noche de jueves a viernes, afilando mis garras para atraparla en el miniconcierto en la explanada de Ecatepec. Para variar, llegué tarde, y Gerson, como andaba medio happy no se enojo tanto como yo esperaba.
Un camino demasiado ágil, de verdad esperaba carambolas, pero nel, me decepcionaron. Al llegar, me sorprende ver tan poco aforo, según yo, Bebel tenía más fans. Buueeeeeeeeno, es que después de la firma de autógrafos. Donde el aforo fue nulo, pues bueno, yo también querría matar a mi manager y al organizador. Y si siguen sin creerme, con que A) hubo firma de autógrafos B) que canceló, he aquí las pruebas.

Yo estaba rezando porque a Bebel, no se le subiera lo diva, otra vez, y nos dejara plantados. Finalmente, ya había pagado el disco, y yo, no pretendía irme sin autógrafo.
Pero dadas las condiciones, y que la pinche gente no movía ni una nalga, de verdad, no era para menos, no la habría culpado si agarra sus músicos, sus botellas, y se largaba a su hotel a hacer berrinche. De verdad, si yo hubiera estado en su lugar, le miento la madre al guey que me contrato, trataráse de quien se tratara.
Pero afortunadamente Bebel, no es yo, y pese a todo, el show continúo.

Bring Back the Love, Close to you, Os novos Yorkinos, Tranquilo, Cadê Você, y Um Segundo. Sonaron por las bocinas, mientras en el escenario, se podía ver a una mujer haciendo cosas, relativamente raras.
Cuando llegó el momento Um Segundo, además de que Bebel, casi se nos cae, se puso a cantarle a la Luna, ahí yo no veía mucho problema, pero cuando comenzó a decir cosas extrañas de los muertos… definitivamente, la perdimos.
Aunque, en su ebriedad, y su enojo para con el público, justo antes de Aganju dijo: «O se levantan o no canto» Aplaudo con toda mi alma a esa frase, extrañamente, y contra todos mis pronósticos la bola de huevones que estaban echados, se levantaron y se acercaron a la valla, a una orden suya.
En mi emoción, para variar, deje botadas mis cosas por allá, y Gerson tuvo que ir, cual niñera por ellas. Ni modo, eso le pasa por ir con una ENFERMA, así, con mayúsculas.
El final del show se acercaba, y por tanto, yo ya tenía más que afiladas las garras y los colmillos para perseguir a la víctima en turno, lo de la firma, me cae, que ni yo me lo perdonaba. Cuando, entre trastabilleos, por el alcohol y el cansancio la Gilberto dijo adiós. Obviamente, fui a perseguirla.
No llevaba ningún plumón, así que saqué mi lipstick para que firmara el disco. Al interceptarla, lo primero que sentí es un tufo alcohol de esos que dices «ay cabrón». Y ahí comencé con mi discurso de fan enferma y nena linda. Vio hacía mi mano, y me quitó el lipstick, con asombro total, vi como se lo puso, ¡y se lo puso mal! No recuerdo bien que dijo. Solo sentí como me abrazó y después me jaló al palacio municipal. Una chica de seguridad, queriendo mostrarse chida me dijó «quiere que la acompañes», si ya me había dado cuenta, pero, por donde entro, como se quedó con cara de «no mames» nada más, tuve que reaccionar en fracciones de segundo para ver por donde demonios me iba a meter.
Lo logré. Como debe ser.
Gerson, obvio se había quedado muy atrás, totalmente en la lela, y con él, la cámara. Ni pedo.
Ya adentro, Bebel, se puso creativa, se puso iluminar la florecita que adornar su ultimo disco, osease el que yo comprpe, que por si a estas alturas no lo han notado; se llama: Momento. Un corazón dentro del disco y su nombre. Y yo, de imbécil, por no sé que ves en mi vida, volví a olvidar mi nombre, aunque, a la de Dan, no creo que ni con acordeón hubiera podido escribirlo.

En la foto de arriba la, briaga creatividad de Bebel
En la foto de arriba, para que vean que si lo escribió con lipstick, mi autógrafo sin, mi puto nombre.
No sé de dónde apareció uno de sus músicos, el que presumo es pareja, marido, novio, de Bebel, porque le metió unos besos y unos arrimones, que dije, mejor me voy, no me gusta hacer el mal terció.
Pero mi brasileña favorita, antes de yo irme, le dijo: mira, una chica linda.
Afuera, me esperaba Gerson, con cara de «ay pinche vieja». Saltando como imbécil, porque nuevamente me salí con la mía, nos dirigimos a cenar por ahí. Mientras yo gritaba «esta pedísima».
El final de una noche de luna llena, de la que soy fan. Desde hace, cuando menos cinco años, me moría por ver a esta mujer, ebria, o sobria, da lo mismo, tiene una voz excepcional, una energía maravillosa, y un talento que no cabe en su humanidad. Para que vean ahora si, una muestra de su talento, del que yo fui testigo. Observen nada más.
Si eres el organizador, por lo que más quieras tratame muy bien a quién traigas, me da lo mismo si es un dj o un cantante de trova, me vale, piensa en que estas echando a perder una oportunidad de negocio muy cabrona, por pinche pendejo.
Gobiernos de la Ciudad de México, o de cualquier estado. Si tu presidente municipal, tiene el caprichito de ver a alguien, primero piensa, en si la gente va a responder como para cárgalo al erario público, si no, mejor que se pague su boleto y lo vaya ver a otro lado. No tiene que caso que me maltraten de esa manera a ningún artista.
Y por último ¡Que pinche suerte tengo con los borrachos! ¿Verdad dj Dan?