Hoy, es otro dormingo, y nada más por eso, está permitido hablarles de cursilerias, de esas por las que mi vida no sería nada sin su presencia.
Esta vez, toca hablar de mi nuevo amor. El que comparto con mi mejor amiga. Es un muchacho sumamente guapo, ligero, que todo mundo adora, ese que deseo con toda mi alma entre mis manos, pero, resulta ser que es ajeno. Que no puedo tenerlo solo para mí, pues es de Sandy, y ante todo esta la amistad ¿no? Espero que Gerson no se ponga celoso, porque tenemos un acuerdo tácito de fidelidad.
Pero de verdad, quisiera tener a este muchacho de origen desconocido y que llego a nuestras vidas, si nuestras, las de todo el cuarteto de la muerte, y hasta de mi perro. Esta es la primera vez que desnudo por completo mi alma ante ustedes. Sin andarme con pendejadas. Este es mi nuevo amor, que se llama Markus, el que solo puedo desear porque es ajeno. Ni mido amor mio, ya llegará el elegido a mi vida. Pero mientras como quiero que estes conmigo. Este es Markus.

Como cuando tuve a Magnolia, una Kodak Share EasyShare CX7300, que me regaló grandes momentos de estúpidez, y recuerdos guardados para siempre en mi disco duro, impresas o solo en mi memoria. La nombre demasiado tarde, por eso me la robaron un día que me estaba muriendo de gripa.
No dejo de recriminarme su perdida. No me la he perdonado aún, después de tres años. Pero ahora necesito un reemplazo, de verdad LO NECESITO. Ya hasta nombre tiene, pero hasta tenerlo en mis manos será revelado. Este es el Markus original, un alemán, que además de talentoso, esta, bien sabroso.