
Después de dos días y medio de buscar como imbécil en mi cueva, después de noches sin dormir en paz, finalmente, ya encontré el maldito boleto. Ya puedo besarle otra vez. No vuelvo a confiar en mis instintos, y la próxima me cae que se lo dejo a mi manager, para evitarme un gran momento de penedejez como este.
Chale, ahora que mi alma esta en paz. Les reitero por última vez HOY TOCA, Paul van Dyk!!!
Gracias a todos los que aguantaron mi neurosis estos dos días.