Hay momentos en la vida, en que las ideas van y vienen en otro idioma o en propio. Ideas que para algunos son nuevas, mientras que para otros han estado ahí desde el comienzo. Finalmente importan los hechos.
Ese es nuestro caso, si nuestro, mientras ideas que han estado ahí desde comienzo ahora son llevadas a otros oídos que apenas se abren a los sonidos que están ahí, desde el pasado. Como en algún momento pasó de este lado del teclado.
Imitaciones, traiciones, derechos o no. La música sigue y aparentemente la vida también. Y antes de comenzar, con todo y los serios problemas que tengo con los ángeles, hay una canción que en su momento, marcó mi vida para siempre, al igual que Paul van Dyk y la Sandrita. Antes de comenzar con la crónica de esta fiesta. Hay una rola que por más mainstream que sea, por más que casi la pongan en las bodas… para mí, tiene una historia muy extraña, y muy difícil de contar. Pero en honor a ella. Denle play. For an angel de Paul van Dyk.