Todo esto se lo voy diciendo a Crevel pero es con la Maga que hablo, ahora que estamos tan lejos. Y no le hablo con las palabras que sólo han servido para no entendernos, ahora que ya es tarde empiezo a elegir atrás, las de ella, los envueltos en eso que ella comprende y que no tiene nombre, auras y tensiones que crispan el aire entre dos cuerpos o llenan de polvo oro una habitación o un verso. ¿Pero no no hemos vivido así todo el tiempo, lacerándonos dulcemente?
No, no hemos vivido así, ella hubiera querido pero una vez más yo volví a sentar el falso orden que disimula el caos, a fingir que me entregaba a una vida profunda de la que sólo tocaba el agua terrible con la punta del pie.
Hay ríos metafìsicos, ella los nada como esa golondrina está nadando en el aire, girando alucinada en torno al campanario…»
Julio Cortázar
Cuando no salen las palabras propias siempre hay alguien más que ya lo dijo, me cae de madres.