Se me ocurre que no hay nadie más afuera, que todo se lo ha estado llevando lentamente la chingada, pero, hasta ahora me doy cuenta que para mi, puta y maldita suerte no es así. El mundo sigue girando, aunque yo siga en mi cuarto, fumando y viendo como enajenada las vidas de otros. Tengo veinte años, y ya sé que me veo más vieja, no hecho ni la doceava parte de lo que había planeado, y ahora, sinceramente, no sé ni qué madres quiero de mi vida.
Si no fuera por la música, por las fiestas, por mis amigas, y por los silencios… me cae que no tendría nada.
Últimamente no había tenido tiempo para pensar en mi misma, pues el music dance fest y Fedde Le Grand, me tenían en un estado de extásis que envidiarían los que si se meten drogas.
Voltear hacía atrás y ponerme a lloriquear creo que ya no es opción, finalmente ya soy niña grande. Una semana, y de nuevo a lo mío porque de lo contrario voy a acabar más pinche loca, de lo que ya estoy.