Mi vida y todo el bagaje emocional en ella, he notado que todo, absolutamente tiene un soudrack. Bueno por lo menos desde hace siete años. No entiendo bien a bien como es que cosas que a la enorme mayoría no conmueven más allá del «está chida la rola» a mi me deja en el suelo, o pone mis ánimos al cien.
Un simple movimiento en los beats por minuto hace que mis neuronas y mi estado de ánimo cambie completamente. Es cierto, la música calma a las fieras, me consta.
Schiller, especificamente es uno de esos sedantes para mi alma cuando está más atormentada que de costumbre, como en estos momentos, en los que hablo en lugar de callar. En los que la espera es igual a las torturas de la Inquisión, en las que mi vida tiene sentido solamente en torno a un algo y no a un alguien.
Muchas de las historias más bellas han estado acompañadas del un alemán que se hace llamar Schiller. Música que no puedo definir realmente. Cambiante y monotona al mismo tiempo, igual a mi alma.
Me encanto el video, no lo habia visto antes, wow!! 😀 Felicidades x tu nuevo espacio.
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