Para todos hay un punto de quiebre en la vida. El punto en el que las cosas no vuelven a ser JAMÁS lo de antes. El mio fue por ahí de 2002, poco después de haber recuperado la vista y asumiendo las consecuencias de un tratamiento salvaje para recuperarla.
A veces, pasaba horas viendo por la ventana, solo por el gusto de poder volver a disfrutar los colores, no quería dormir, no quería perder detalle alguno de lo que tenía enfrente. Tenía riesgo de perder cristalino y córnea, aún después de haber bajado la inflamación del nervio óptico existía la posibilidad por el daño de que se desprendieran sin más, por un mal movimiento.
Y si los perdía, evidentemente no iba a volver a ver jamás, quería guardar en mi memoria todo lo hermoso que pudiera, un amanecer, un libro, una película, el color de las hojas de los árboles…
Mi papá había decidido darme de baja ese año de la escuela, y creo que hizo bien aunque en ese momento quería matarlo.
En esas estaba cuando, descubrí en serio la programación de W FM. Cuando acosaba locutores por teléfono, para no perder según yo, el contacto con el mundo.
En una de esas madrugadas, en las que buscaba a toda costa guardar en mi memoria todo lo que pudiera leer, apareció una rola de Schiller en la programación. Todavía no entendía bien inglés pero me sacudió el alma la voz de Peter Hepner.
Una semana antes había escuchado una entrevista con David Morales en la que había contado cómo de ser un latino más rechazado en el guetto se había convertido en EL remixer de las estrellas de los 90’s.
La voz de Peter, los arreglos de Schiller me metieron en un trance de 4:12 minutos que me cambiaron para siempre. En la mañana rompí con las manos todos los discos que no fueran música electrónica, me deshice de todas las revistas que no tuvieran algo que ver los djs…. No sabía cómo, no sabía cuando, pero un día iba a dedicarme a eso que me enchinaba la piel.y que sacudía cada una de las fibras de mi alma. Poco después de un año conocí a Bjay Redes Sociales y el resto es historia.
Se los cuento así, porque la neta, mi relación con la música electrónica es algo mucho más profundo que algo que me guste, o una profesión, nel, es el amor de mi vida, y me gusta contagiar a quién se deje.
Es #domingodecasicos de nuevo mis criaturitas de la red y por hoy, nadie lo puede evitar.