Eso de mi chamba, me tiene asquerosamente contenta, pero también asquerosamente cansanda. Dormir cuatro horas al día, mas bien pasar más tiempo en el transporte público que en mi cama, como que a mi cuerpo no le agrada, pero lo que es a mi alma, le vale madres. ¿Saben? Mis queridos y bienamados lectores y … Continúa leyendo Como en casa